Biografía
Tataranieto del presidente Diego Noboa y Arteta, Gustavo Noboa Bejarano nació en la ciudad de Guayaquil el 21 de agosto de 1937 y fue bautizado con los nombres de Gustavo José Joaquín. Hijo del conocido político y genealogista guayaquileño Luis Noboa de Icaza y de Laura Estela Bejarano de Icaza.Todos sus estudios los realizó en su ciudad natal: primero en el Colegio Salesiano Cristóbal Colón, donde en 1956 se graduó de Bachiller, y los superiores en la Universidad de Guayaquil, donde en 1965 alcanzó el título de Doctor en Jurisprudencia. Al año siguiente se integró a la Universidad Católica Santiago de Guayaquil como catedrático de jurisprudencia, funciones que desempeñó durante 30 años, habiendo sido por 5 años decano de la Facultad de Jurisprudencia y durante 10 años Rector de la Universidad. Durante su gestión se complementó gran parte de las instalaciones universitarias, se dio gran impulso a las labores de investigación académica, creando para el caso el laboratorio de biología molecular, y se pavimentó y dotó de alcantarillado al campo universitario.
Finalmente se separó de la Universidad Católica y prosiguió su tarea educativa como rector del Blue Hill College de Guayaquil, institución académica relacionada a la Florida Atlantic University, de los EE.UU. Durante más de 38 años trabajó en el Ingenios San Carlos. A pesar de no ser afiliado a partido político alguno, varias veces fue llamado para desempeñar importantes funciones: fue Gobernador de la Provincia del Guayas durante el gobierno del Dr. Osvaldo Hurtado, entre marzo de 1983 y agosto de 1984, y durante ese mismo período fue además Presidente de la Junta de Defensa Civil y de la Comisión de Tránsito del Guayas.
Vicepresidencia
Fue electo Vicepresidente como binomio de Jamil Mahuad por el partido Democracia Popular en las Elecciones presidenciales de Ecuador de 1998. Mantuvo buenas relaciones con Mahuad hasta el inicio de la Crisis Económica de 1998, momento en que expresaba su desacuerdo con las medidas económicas que promulgaba el gobierno. La grave situación económica del país dio lugar a que, a finales de 1999, se inicie un éxodo que llevó a aproximadamente a 200.000 ecuatorianos -principalmente campesinos, artesanos y pequeños propietarios- a abandonar el país con destino a Europa.El 9 de enero de 2000, Mahuad luego de 17 meses en el ejercicio del cargo y ante la devaluación acelerada del sucre, anunció dolarizar la economía. Meses antes había ordenado el famoso “feriado bancario”, congelando los depósitos de particulares, como resultado de la quiebra del 80% del sistema financiero nacional y en afán de salvaguardar a las instituciones bancarias. Los sucesos se precipitaron y el 21 de enero del mismo año, cuando, apoyados por indígenas que habían llegado a Quito para protestar contra el gobierno y en colaboración de oficiales del Ejército, Antonio Vargas Huatatoca -líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas CONAIE-; el coronel Lucio Gutiérrez y Carlos Solórzano Constantine -ex presidente de la Corte Suprema de Justicia- proclaman la llamada “Junta de Salvación Nacional", y destituyen al presidente Mahuad, quien ante la presión política huyó a los Estados Unidos. Luego de este Golpe de Estado, el general Carlos Mendoza Poveda -Ministro de Defensa de Mahuad- reemplazó al coronel Gutiérrez en la Junta. El Alto Mando de las Fuerzas Armadas desconoció aquella Junta y, respetando la sucesión, entregó el poder a Gustavo Noboa. Por su parte, el Congreso, con el respaldo de 87 de los 96 diputados presentes, declaró cesante a Mahuad por abandono de sus funciones e invistió a Noboa como Presidente de la República con mandato hasta el 15 de enero de 2003
Presidencia
Los primeros meses de su gobierno fueron muy difíciles, pues el país atravesaba la peor crisis económica de los últimos cincuenta años de vida republicana. Al congelamiento de dinero que el pueblo había sido sometido por el gobierno de Mahuad se sumaron la escasez de fuentes de trabajo y una serie exigencias económicas por parte de determinados gremios como los de los transportistas, los educadores y los trabajadores de la salud, que aprovecharon la ocasión para anunciar una serie de huelgas y paros.
En agosto de ese mismo año logró la re negociación de la deuda externa, que fue lograda por el enviado especial Ing. Jorge Gallardo Zavala en condiciones muy beneficiosas para el Ecuador. Para entonces, un acontecimiento más determinó la vida económica del Ecuador: el 9 de septiembre se retiró de circulación el Sucre, y como única moneda empezó a utilizar el dólar norteamericano.
Con el objetivo de apaciguar las tensiones sociales y facilitar el diálogo con la CONAIE, Noboa dirigió al Congreso una petición de amnistía para los civiles y militares que participaron en la asonada golpista, petición que fue aprobada por los legisladores. Desde el mes de enero de 2001, justamente al cumplirse un año de su gobierno, se produjeron manifestaciones de los estudiantes en Quito, Guayaquil y Cuenca, en oposición al aumento de tarifas en el transporte público, precios de gas para uso doméstico y combustibles para vehículos; proponían que el Estado continúe con el subsidio de estos combustibles. En febrero, Noboa decretaba el Estado de Emergencia, luego que dirigentes del levantamiento indígena rompían el diálogo y cerraban las carreteras de la sierra. Los levantamientos dejaron tres campesinos muertos y más de ochenta heridos incluidos los militares. Finalmente se llegó a un acuerdo, a cambio de una rectificación parcial del Gobierno en las recientes subidas de las tarifas de los combustibles, el gas doméstico y el transporte público, y la congelación de otras alzas anunciadas pero aún no aplicadas, como el incremento del IVA del 12% al 15%.
Antes de finalizar el 2001 se inauguró el traspase de las aguas de la presa Daule-Peripa, hacia las presas de La Esperanza y Poza Honda, obra que transformará en cultivables los extensos pero áridos campos de Manabí, haciéndolos más aptos para la producción agrícola y ganadera que caracteriza a esa provincia.
Otro objetivo del gobierno fue la venta de las compañías telefónicas y eléctricas, que desde su creación se habían convertido en una carga económica para el Estado. El producto de estas ventas sería destinado al Fondo de Solidaridad. A pesar de las dificultades sociales, políticas y económicas que debió afrontar, el presidente Noboa logró alcanzar importantes metas que se reflejan -de manera especial- en la obra pública, que concluyó más de 5.000 kilómetros de carreteras en la Troncal de la Sierra o Panamericana, que enlaza el Puente de Rumichaca, al Norte, con Macará, al Sur; la Vía del Pacífico, la Troncal Amazónica, el corredor arterial que enlaza Esmeraldas con Francisco de Orellana, en el Oriente; y las vía San Lorenzo-Ibarra y Loja-Zamora.
Su gobierno llevó agua potable -por tubería- a varias poblaciones se la sierra y de la costa, y de manera especial a la península de Santa Elena, que había esperado por ella durante más de 30 años. Contrató la construcción del puente anexo al Rafael Mendoza Avilés -que une Guayaquil con Durán y al que luego se le dio el nombre de Carlos Pérez Peraso- y confirmó al Municipio Porteño que el gobierno aportaría con el 75% del costo de la construcción de los viaductos en las avenidas Quito y Machala.
Noboa y los demás responsables públicos, basaron todas las esperanzas de incrementar los ingresos fiscales con el nuevo Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). Su construcción fue aprobada el 15 de febrero de 2001 y en noviembre de 2003 el oleoducto inició sus operaciones. El proyecto tuvo una fuerte oposición de organizaciones campesinas y ecologistas, que anunciaban que este proyecto traería como consecuencia la devastación de las comunidades rurales y la afectación de los ecosistemas. El programa de privatizaciones, durante el Gobierno de Noboa, tuvo un avance lento debido a: el escaso interés de los operadores extranjeros hacia las empresas de servicios del Estado, la movilización en contra de la privatización y la declaración de inconstitucionalidad de las leyes habilitantes por parte del Tribunal Constitucional.
Durante el año 2002, varios acontecimientos suceden: la erupción del volcán Reventador; explota un polvorín militar en Riobamba; Fidel Castro y Hugo Chávez, presidentes de Cuba y Venezuela, respectivamente, visitan el Ecuador. La imagen del Presidente se vio afectada por algunos hechos: su hermano, Ricardo Noboa Bejarano, estuvo frente al Consejo Nacional de Modernización (CONAM), desde febrero del 2000 hasta el 2002, año en que dimitió tras haberse declarado inconstitucional la Ley Trole II por el Tribunal Constitucional y fracasados los procesos de privatización de las eléctricas y telefónicas por la oposición de sindicalistas y líderes políticos contrarios al gobierno.1 Un problema más fue la renuncia de su ministro de Economía y Finanzas, Carlos Julio Emmanuel, después de que varios alcaldes acusaran a funcionarios de su ministerio de exigir sobornos a cambio de liberar partidas presupuestarias para sus municipios. Meses después, la Corte Suprema de Justicia ordenó al arresto de Emmanuel a petición de la Contraloría General del Estad] por un presunto delito de falsificación de documentos. También trajo consecuencias funestas el que Noboa sugiriera el nombre del sacerdote Carlos Flores al Directorio de la CAE con la intención de moralizar las Aduanas. El padre Flores, nombrado entonces Gerente Distrital de la Aduana de Quito, cometió actos de corrupción y huyó al exterior como prófugo de la justicia, finalmente fue arrestado y condenado a 12 años de reclusión mayor, dentro del juicio penal que se le siguió por la ilegal negociación de 147 notas de crédito, por un monto de 4.9 millones de dólares.
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